Vuelve a comer con naturalidad

Con un implante dental podrás volver a comer sin dolor y de manera natural, además permiten evitar la perdida ósea producida por la falta del diente

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Recupera tu sonrisa de siempre

Mejorarás tu estética dental, ya que no se verán los espacios dejados por las piezas dentales ausentes. Un implante debe quedar como tu propio diente, con un aspecto natural. Además, aumentará la confianza en tu sonrisa y tu seguridad al comer con amigos

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Mejora la salud de tu boca

Ganarás en salud, ya que la colocación de implantes dentales evita la pérdida de hueso y otras complicaciones derivadas de la pérdida de dientes, tales como: inclinaciones, extrusiones y movimientos de los dientes vecinos, haciéndolos más propensos al acúmulo de comida entre los dientes y a caries.

Ayudan a repartir la carga masticatoria de forma más equilibrada protegiendo los dientes remanentes de desgastes excesivos y fracturas y aliviando los problemas de sobrecarga en la ATM (Articulación Temporo-Mandibular, situada justo delante de los oídos).

La pérdida de los dientes influye en nuestro rostro y en nuestro aspecto.  Los dientes dan soporte a nuestros labios y su posición determina el aspecto de nuestra sonrisa.  Al perder algún diente, los huesos de la boca se van atrofiando y se va perdiendo encía, con la consecuencia de que se acaban endureciendo los rasgos y aparecen arrugas prematuras.

Al volver a tener un diente fijo se alivia la carga y desgaste que sufren los demás dientes.